Cuenta la leyenda, que el héroe griego Ulises se enfrentó a las temibles Seirênes y venció. Estas eran capaces de volver loco a cualquier hombre con el sonido de su voz, pues aquel que las escuchara, se lanzaría al mar a por ellas, con la muerte que le causaría ese acto. Para poder escuchar esas voces sin caer en la locura, Ulises, siguiendo las indicaciones de Circe, se ató al palo mayor de su barco y pidió a su tripulación que lo ignoraran en caso de pedir que le soltarán, pues de hacerlo se tiraría al mar, como había pasado con otros marineros que intentaron escuchar aquellas voces. De esta manera logro escucharlas y evadir el destino que le esperaba al hacerlo, según contaba la leyenda.
Estas Seirênes griegas son nuestras sirenas, que son descritas como mujeres hermosas que en lugar de tener caderas y piernas poseen una cola de pez. Gracias a la industria Hollywoodense son personajes atractivos y muy sensuales.
El nombre de Sirena también hace referencia a un grupo de mamíferos acuáticos, del orden sirenia, dentro de los cuales se encuentra el manatee y la familia de los dugongo, palabra que deriva de duyung que significa princesa del mar o sirena cola-de-pez. Todas estas criaturas se encuentran en un estado de peligro de extinción, o son vulnerables a ella. Los sirenios son animales de cuerpo alargado, grueso, hidrodinámico y carente de pelos, que poseen tanto aletas pectorales como la aleta caudal, con forma de paleta en manatíes y homocerca en los dugongos. Son animales grandes, el dugongo puede llegar a medir 3.5 metros y pesar 400 Kg y el manatee puede medir 4 metros y pesar hasta una tonelada. Ambos animales no guardan relación evolutiva. Ambos viven en grupos familiares y tienen una dieta básicamente vegetariana, siendo los únicos mamíferos acuáticos que se alimentan casi exclusivamente de materia vegetal.
Los marineros confundían a estos seres con hermosas mujeres con cola de pez, que conocemos hoy en día a través de los cuentos y leyendas de los que se ha servido el cine y la literatura para crear fantásticas historias.Estos animales son de vida acuática pero presentan un esqueleto típico de animales terrestres pero con modificaciones para la vida acuática: presentan una pelvis vestigial, huesos paquiosteoscleróticos, como costillas y otros elementos asociados al tórax, y las extremidades anteriores que presentan forma de pala pero a nivel de esqueleto son una mano de cinco dedos. Es imposible confundir o tratar de entender como confundieron aquellos marineros a estas criaturas con las que luego se describen en las historias, pero es interesante observar como el esqueleto, en cierta medida y salvando las distancias, respalda esos cuentos.
